viernes, 13 de agosto de 2010
NUESTRA POETRASTA YOLANDA SAENZ DE TEJADA
A su marido,
un hombre cualquiera,
lo mataron los otros,
que ella no sabe quién
Le cortaron la lengua
y después,
con un machete,
el pene.
Ella llegó tarde
pero temprano para ver
la boca abierta
y la sangre
bañando los pies.
Su hija,
la única que su vientre amasó,
se la llevaron los unos,
que ella sí sabe quién
Se la devolvieron
vacía de himen
y con heridas
en su chiquilla piel.
La violaron y,
una vez abierto
el animalito,
la torturaron mil veces
dejando el semen
en sus labios,
su boca de miel
Y la madre ha venido
huyendo de su país.
En una barca asquerosa
preñada de agua
y orín
Solo quiere un nido
donde abrazar a su hijita.
Y probablemente,
muchos,
no la quieran aquí.
Extraído del poemario POKER DE REINAS editado por GROENLANDIA EDICIONES.
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Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGracias Prudencio por darte cuenta de que este relato es el que dio la vuelta al mundo en la boca de la misma mujer de mi poema, cuando llorando salió en la cadena ser contando todo lo que he intentado no olvidar. Y sí, la violencia no está solo en el sur (donde yo vivo) sino también en el norte, supongo que lo dices porque eres de allí y lo conoces bien. Gracias por tu comentario, está bien que sepas distinguir entre un poema real como este y uno inventado como otros. Pero al final, lo importante es atreverse a denunciar cada día. Por esto estamos aquí, querido Prudencio.
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