Odio el verano, porque te alejas de mi lado. Abrazas al frío suelo que sale más barato que un aire acondicionado, y me dejas sola, en esta inmensa cama, convertida en río de fuego añorando derretir tus orgasmos congelados.
Extraído de su poemario RETALES DE ESTRÓGENOS editado por BOHODÓN EDICIONES